Esto es lo que sucede cuando le añades creatina, herramientas y huevos a "El Turbo Blog de Agu".
El resultado: un blog hecho con pasión, con el corazón, y con ese aire cavernícola y estoico que tanto me caracteriza.
Como sabrá la gente que lea estas líneas, estuve dando asesorías para que la gente sin experiencia se iniciase en el mundo de la calistenia. Entre las lecciones, no sólo había materia dedicada a sacarse el pino o a ponerte como un toro; ofrecí a mis clientes mi visión sobre cómo hacer sostenible un modelo de vida en el que entrase un entrenamiento de fuerza tan exigente.
Por desgracia, no fuí capaz de optimizar la manera en la que impartía esas clases, por lo que cada vez me era más complicado coordinar las lecciones con mis quehaceres diarios.
Sin embargo, a día de hoy sé que mis "marines de la calistenia" aprendieron mucho conmigo, marines a los que siempre llevaré en el corazón. Por ende, te brindo la oportunidad de que aproveches todas las lecciones que ellos recibieron en su momento, donde sólo me cobraré tu tiempo. Lo haré como a mi me hubiera gustado que me lo explicasen.
Así pues, en la introducción misma, me dispongo a daros el primer consejo: no des consejos, trata de escuchar. Como dice nuestro amo y señor Jordan Peterson, quienes dan consejos continuamente dejan a un lado la oportunidad de escuchar las historias de los demás. Digamos que aconsejar constantemente es una manera de lapidar el turno de palabra de la otra persona, imposibilitando la comunicación entre ambos.
Por ello, ruego que me envíes a: elsenderodeldragon@gmail.com cualquier corrección, sugerencia o comentario que se te ocurra. Este blog es tuyo, lo único que no lo sabías, pero yo te lo digo.
Gracias de antemano. Feliz navegación, grumete.
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